Comarca de la Ribagorza

Las dos educadoras contratadas por la institución comarcal desarrollan cursos de memoria en 16 poblaciones, refuerzan la formación del español para extranjeros e imparten el Certificado Profesional de Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales

El progresivo regreso a la normalidad, sin obviar el cumplimiento de las medidas sanitarias actuales, sintetiza el inicio del curso del aula adscrita a la Comarca de La Ribagorza del Centro Público de Educación de Personas Adultas de La Ribagorza (CPEPA La Ribagorza). Con la disposición de dar cobertura y accesibilidad a las actividades a toda la población de distintos municipios y reforzar el calendario de intervención educativa del CPEPA Ribagorza se ha iniciado un nuevo año escolar con la implicación de las dos educadoras contratadas desde la institución comarcal.

A la itinerancia de los cursos de memoria por hasta 16 núcleos ribagorzanos y el habitual desarrollo del Certificado Profesional de Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales en el centro de Graus, este curso se suma el refuerzo de las clases de español como nueva lengua impartido en la misma capital comarcal. “Poco a poco vamos recuperando las cifras de inscripciones previas a la pandemia. Seguimos con las medidas para que no haya incidencias, con el uso obligado de la mascarilla y manteniendo la distancia social, la ventilación cruzada y desinfección en las aulas para que los alumnos se sientan seguros durante las clases”, indica Ángela Sarriera Socias, profesora del aula adscrita de la Comarca de La Ribagorza dentro del CPEPA Ribagorza.

Los cursos de memoria siguen siendo uno de los principales bloques de intervención con más de 160 alumnos inscritos repartidos por la amplia y diseminada geografía comarcal. Arén, Benabarre, Benasque, Caladrones, Campo, Capella, Castejón de Sos, Chía, Graus, La Puebla de Castro, Laguarres, Puente de Montañana, Segarras Altas, Tolva, Torres del Obispo y Villanova son las poblaciones que se benefician de esta acción dirigida al mantenimiento cognitivo de personas de mayor edad y que fortalece la interacción, encuentro y sociabilización de los vecinos durante los meses de invierno. “Este servicio contempla como una prioridad alcanzar a aquellas pequeñas poblaciones que no disponen de centros educativos propios y, especialmente, a la población de mayor edad para facilitarles el acceso a una formación fundamental para su bienestar personal y comunitario”, indica Manuel Santos Lalueza, Presidente de la Comisión de Cultura, Educación, Juventud y Deportes de la Comarca de La Ribagorza.

La colaboración de los Ayuntamientos con la cesión, limpieza y mantenimiento de los espacios municipales para que se puedan impartir las materias es fundamental y reconocida desde la Comarca de La Ribagorza. El cierre de la carretera de acceso al Valle de Benasque por obras no ha impedido que las educadoras sigan cubriendo este servicio en las localidades situadas en la zona norte de Ribagorza, subrayando la prioridad de atender a toda la población posible dado el valor educativo y social de la actividad.

Dentro del convenio de colaboración entre la Comarca de la Ribagorza y el Departamento de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Aragón se mantiene además un año más la formación del Certificado de Profesionalidad de Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales. Hasta trece alumnos reciben desde el pasado mes de octubre el primer módulo del ciclo bajo el epígrafe ‘Apoyo en la organización de intervención en el ámbito institucional’. Para obtener este título es indispensable completar cuatro bloques y realizar un tramo práctico que permite atender profesionalmente a personas con dependencia dando asistencia en una labor esencial ante el envejecimiento de la sociedad rural.

Ciudadanos procedentes de Holanda, Argelia, Marruecos Rumanía, Salvador y Honduras se reparten en los dos niveles, básico y avanzado, de las clases de español como nuevo idioma impartido por la educadora Ana Castán Gistaín en las instalaciones del CPEPA Ribagorza de Graus. Este soporte educativo se configura como un camino en la integración de los nuevos pobladores procedentes de otras latitudes y una mejora de sus competencias de cara a su sociabilización, adaptación y su ingreso en el mundo laboral.